Free counter and web stats

28.2.09

....der Himmel über Berlin....

....hoy me he atrevido a verla....hace + de 2 años q la tenía en el disco duro, xo tenía miedo de pensar como me sentiría....pero hoy ya me atreví....y no ha sido para tanto....

el yayito en la peli explica como era Potsdamer Platz....en la peli era un campo de conejos....ahora sólo está el semáforo más viejo de €uropa y el Sony Center, donde celebran la Berlinale cada año....



(I)

Cuando el niño era niño caminaba con los brazos abiertos, quería que el riachuelo fuera un río, el río un torrente y el charco el mar. Cuando el niño era niño el no sabía que era un niño, todo él era alegría y todas las almas una. Cuando el niño era niño no tenía opinión sobre nada, no tenía costumbres, se sentaba en el suelo, corría por doquier, tenía un tirabuzón en el pelo y nunca hacía muecas al hacerse fotos.

(II)

Cuando el niño era niño era el momento de hacerse esta pregunta: ¿Por qué yo soy yo y no soy tú? ¿Por qué estoy aquí y no estoy allí? ¿Cuándo empieza el tiempo y dónde termina el espacio? ¿No es la vida bajo el sol un mero sueño? ¿No es lo que yo veo oigo y huelo nada más que el reflejo de un mundo delante de otro mundo? ¿Existe realmente el mal y gente que de verdad es mala? ¿Cómo puede ser que yo, que soy yo, antes de serlo no lo fuera? ¿Y que algún día yo, que soy yo, deje de ser lo que soy?

(III)

Cuando el niño era niño se atragantaba con las espinacas, los guisantes, el arroz con leche y la col hervida y ahora se lo come todo y no sólo porque sea necesario. Cuando el niño era niño una vez se despertó en una cama extraña y ahora lo repite a menudo. Muchas personas le parecían hermosas y ahora sólo si hay suerte. Se imaginaba claramente el paraíso y ahora a lo sumo lo sospecha. No podía imaginarse la nada y ahora le estremece. Cuando el niño era niño jugaba con entusiasmo y ahora sólo se sumerge en algo si ese algo es su trabajo.

(IV)

Cuando el niño era niño le bastaba con comer manzanas y pan y todavía es así. Cuando el niño era niño se le caían las fresas que no le cabían en la mano y todavía es así. Las nueces frescas le raspaban la lengua y todavía es así. Cuando subía a una montaña, siempre ansiaba subir a otra más alta y en cada ciudad sentía el ansia de ir a otra ciudad más grande y todavía es así. Agarraba las ramas de un árbol para coger las cerezas con tantas ganas como ahora. Tenía vergüenza ante cualquier desconocido y todavía la tiene. Esperaba la primera nevada y todavía la espera. Cuando el niño era niño lanzó un palo contra un árbol como si fuera una lanza y hoy sigue allí clavado, temblando.

1 comentarios:

paginasenblanco dijo...

pues el cielo sobre Berlín es siempre gris... gris y grissssssssssssss